Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)2022-03-142022-03-14https://noesis.uis.edu.co/handle/20.500.14071/7699Colombia permaneció en el umbral de la premodernidad intelectual y material hasta bien entrado el siglo XX. Como casi todos los países hispanoamericanos, la herencia colonial de terminó en buena medida el actuar del país, anclado en valores sociales y políticos contrarios a la política de desarrollo capitalista acelerado que caracterizó a otros países. Sectores de la clase alta colombiana hicieron el intento de alterar la cultura burocrático-militar colonial, pero la tendencia tradicional aristocratizante terminó por imponer su punto de vista, dirigida por una pléyade de poetas y gramáticos que gobernaron al país durante varios decenios. Malcom Deas, en su libro Del poder y la gramática, nos mostró que el siglo XIX fue “la edad de oro de los lexicógrafos, gramáticos, flólogos y letrados vernaculizantes”, de tal modo que “la gramática, el dominio de las leyes y de los misterios de la lengua era componente muy importante de la hegemonía conservadora que duró de 1885 hasta 1930. La política colombiana ha contenido desde el principio un vigoroso elemento ideológico y pedagógico”application/pdfJulio Álvarez Cerón y la nueva ingeniería industrial en Colombiainfo:eu-repo/semantics/articlehttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2info:eu-repo/semantics/openAccessAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)