Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)2022-03-142022-03-14https://noesis.uis.edu.co/handle/20.500.14071/4662RESUMEN Los cultivos de caña, los trapiches y los alambiques para destilar aguardiente y ron fueron una constante en la economía de las Sabanas de Tolú desde las primeras décadas del siglo XVII. Además de las destilerías ilegales, cuando el "congregador de pueblos" Antonio de la Torre y Miranda llegó a esta subregión de la provincia de Cartagena en la década de 1770, encontró un número considerable de españoles y criollos dedicados a la actividad ganadera. De las cuarenta y cuatro poblaciones fundadas o refundadas por De la Torre y Miranda, San José de Corozal se convirtió en el epicentro político y militar de las Sabanas, por encima de otras parroquias como San Benito Abad, San Rafael de Chinú, San Luis de Sincé o San Francisco de Sincelejo. Todavía hasta mediados del siglo XIX Sincelejo seguía dependiendo políticamente de Coroza!, pero en 1850 aquella población fue elevada a la categoría de cantón, situación que unida a la política de liberalización de los cultivos y comercio del tabaco en la zona de El Carmen, le imprimieron una dinámica demográfica y mercantil a Sincelejo. Esta última ciudad creció como cruce de caminos, por donde pasaban y pernoctaban los comerciantes que se dirigían a las ferias de San Benito Abad y Magangué, y en donde se estableció un número considerable de familias procedentes de Cartagena y su provincia, así como del exterior.application/pdfapplication/pdfapplication/pdfapplication/pdfDerechos de autor 2002 Anuario de Historia Regional y de las FronterasGanaderos y comerciantes en Sincelejo, 1880-1920.info:eu-repo/semantics/articlehttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2info:eu-repo/semantics/openAccessAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)